Los medios de
comunicación conforman una de las industrias más fuertes a nivel mundial. En un
lenguaje entretenido, bien estudiado, adaptado a las distintas sociedades y en
una plataforma entretejida de entretenimiento, cultura, noticias, deportes y
educación, los medios de comunicación ofrecen una amplia cantidad de mensajes
cuya finalidad primordial es la de promocionar la venta de algún servicio o
producto.
En la tele, en los
panorámicos de las calles, al abrir una
revista, al escuchar el radio en el
auto, o mientras navegan por internet, nuestros hijos son expuestos a todo tipo
de mensajes.
Y estos mensajes, ¿son buenos o malos?
Ahora sí que
como en botica: ¡hay de todo! Tanto mensajes positivos, como negativos. Los
medios de comunicación son parte de nuestras vidas y tienen muchas cosas que enseñarnos.
Sin embargo, algunas de las cosas que enseñan podrían no ser lo que queremos
que nuestros hijos aprendan.
Tras la
exposición repetida a la televisión, los niños van incorporando muchos de los comportamientos y actitudes que
observan en ella. Desafortunadamente, la exposición es tan amplia y abierta,
que tanto pueden recibir una valiosa y enriquecedora clase de historia
universal, como pueden observar frecuentemente el consumo de alcohol en muchos
programas televisivos o películas, e interpretarlo como algo normal, cotidiano y hasta adecuado.