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miércoles, 2 de noviembre de 2011

Actividades Extraescolares

Cuando nuestros hijos han llegado a esa edad en la que es posible que se integren a una actividad fuera de casa y de las horas de escuela, muchas veces a nosotros los padres nos surge la interrogante de si es conveniente inscribirle a alguna de tantas opciones disponibles y cuál es la mejor para nuestro hijo. La realidad es que la respuesta la tenemos cada uno de nosotros junto con nuestros niños, pero me toca comentarles que la realización de una actividad extraescolar definitivamente puede traerle muchos beneficios a su hijo.
Entre las ventajas de que un niño participe en una actividad extraescolar tenemos:

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Algunos consejos sobre Nutrición en Niños.

Vivimos una vida apresurada, en tiempos en los que somos más producto del ambiente que lo que influímos realmente en él. Si somos mamás primerizas, o incluso cuando ya tenemos uno o varios hijos, la llegada de un nuevo bebé siempre despierta nuevas interrogantes. Y siempre habrá alguien listo para responderlas, alguien que "sabe" qué decir. Así que por un lado, entre un consejo y otro, todos bien intencionados, y la mercadotecnia y publicidad que nos somete todo el día por otro, de pronto nos vemos confundidas sobre las decisiones que tomamos en torno al cuidado de nuestros hijos.

La información abunda, fuera y dentro de casa, en la familia o con los vecinos y si no me lo cree, aproveche ahora que está conectada a internet y consulte algún tema que le ha traído dudas.... se sorprenderá con todo lo que puede encontrar.

Yo sólo quiero dejarle una cuantas líneas, con algunos tips breves sobre nutrición en niños. Si es una mamá primeriza, guárdelos por ahí y revíselos cuando le sobrevengan dudas. Obvio está, no deje de consultar sus inquietudes con su pediatra, él o ella, es la persona más indicada para ahondar en los consejos para su bebé.

-La lactancia es el MEJOR alimento durante los primeros 4 a 6 meses de vida.
-En los niños alimentados con fórmula, cuidar el no sobre-alimentarlos: el biberón no es un "estate-quieto" ni un tranquilizante... habrá que atender el llanto del niño y aprender a reconocer cuando realmente es hambre.
-Se debe alimentar a los niños cuando tienen hambre, los horarios fijos como el clásico "cada 3 horas" ni tienen fundamento, ni se adecúan a las verdaderas necesidades del niño, si bien parecen acomodarse a las de los padres...
-Después de los 6 meses de edad, el bebé NO TIENE POR QUÉ comer en la madrugada.
- A menos de que se necesite espesar los líquidos, por recomendación del médico, NO SE DEBEN AÑADIR CEREALES A LOS BIBERONES CON LECHE.
-Papás, recuerden que cuando se introducen los alimentos sólidos (papillas) por primera vez, las reacciones del niño (como de disgusto o asco) obedecen más a la textura del alimento que al sabor... por lo que el "no le gusta tal o cual cosa" a esta edad, no es precisamente cierto y debemos insistir, sin forzarlo para que pruebe de todo.
-A la edad de 9 a 11 meses la alimentación del niño ya empieza a demostrar aquélla de los padres, por lo que ¡OJO! si el niño no está teniendo una dieta balanceada, debemos fijarnos que es lo que se come en casa y actuar ya, porque de no hacer modificaciones, seguramente el bebé no llevará un buen regimen cuando crezca...
-A la edad de 12 a 15 meses el niño debe estar integrado a la dieta familiar.
- Un niño entre 1 y 3 años debe de tener 3 tiempos de alimentos balanceados y 2 snacks nutritivos. Una ración es "aproximadamente" el puño de su mano. Consultarlo con su pediatra.
- Finalmente, cualquier persona en el ambiente del niño, obviamente y principalmente los padres, son los modelos a seguir, que imitará durante un largo tiempo, si no es que toda la vida!!!


Enhorabuena!!! Ir y criar hijos con amor y consciencia!! Buen fin de semana!
Mamá Pediatra.

martes, 5 de julio de 2011

"Globesidad" infantil.... comer en familia nos ayuda a prevenirla.

Estoy convencida que la inmensa mayoría de los problemas que aquejan a nuestra sociedad a nivel mundial se originan en la desintegración familiar: drogadicción, violencia, corrupción, contaminación ambiental, entre otros. La falta de tiempo para inculcar valores y hábitos a nuestros hijos se traduce, en una o varias generaciones, en personas cada vez menos conscientes del respeto a sí mismos y hacia los demás. Los problemas nutricionales, como la obesidad, también pudieran explicarse en este contexto.

Con las prisas de nuestro diario vivir, la necesidad de trabajar para producir dinero, las múltiples actividades nuestras y de nuestros hijos y ¿por qué no decirlo? el deseo de comodidad para disfrutar de los pocos momentos de "libertad" que nos quedan después de todos nuestros deberes, muchos de nosotros terminamos por no tener tiempo para nuestra familia, en mayor o menor medida, ocasional o frecuentemente. Y esto se ve reflejado en los hábitos y tiempos que la familia entera tiene para convivir, conversar, educar, comer y hasta dormir.

Analicémoslo. Cada vez es más frecuente escuchar que el papá hoy no fue a comer a casa porque no tuvo tiempo, o que la mamá prefirió llevar su comida al trabajo porque de esa manera ahorraría el tiempo que toma el desplazarse. Quizá no es de diario, pero quizá también sea más frecuentemente de lo que pensamos. El punto es que en muchos casos ¡los hijos comen solos! Sobre todo cuando llegan a cierta edad en la que aparentemente ya pueden hacerlo por si mismos.

Al igual que con cualquier otro hábito, la alimentación también requiere supervisión constante. Estando juntos, en familia, podemos detectar las preferencias, comportamientos, reacciones y actitudes de nuestros hijos hacia los alimentos. No sólo para los casos de sobrepeso y obesidad, sino también para los trastornos como anorexia y bulimia, la presencia de los padres a la hora de comer es fundamental para una detección temprana.

Recientemente la revista Pediatrics publicó un artículo en línea sobre la frecuencia de los alimentos compartidos en familia y su relación con el estado nutricional de niños  y adolescentes. Los autores concluyeron que efectivamente comer en familia es benéfico y que en aquellas familias que comen juntas 3 o más veces por semana, los niños y adolescentes tienen mejores riesgos de problemas nutricionales y trastornos de la alimentación.

Estoy consciente que la introducción a esta entrada pudo sonar exagerada, pero lo reitero al concluir que debemos darnos tiempo para estar ahí, con nuestros hijos, en nuestras casas, a la hora de comer, de revisar sus tareas, de impulsarlos para que crezcan como buenos seres humanos, llevándolos a actividades recreativas que les ayuden a ejercitar la mente y el espíritu. El tiempo no se vende en el mercado ni crece en maceta, el tiempo se lo da uno, a sí mismo.... pero sobre todo habrá que dárselo a nuestros hijos.

Que hoy tengan un buen provecho.... en familia. ¡Saludos!

martes, 3 de mayo de 2011

En una sociedad decadente.... una reflexión en el Día de las Madres.

Entró el mes de mayo y con el viene el día de las madres... y al igual que la mayoría, estoy convencida de que sobran motivos para celebrar a la mujer que nos pasó la vida... quien mejor que nuestra madre para entendernos, apoyarnos, criticarnos, pero en definitiva para hacernos crecer. Y las que tenemos la dicha de serlo, sabemos que haríamos cualquier cosa por el bienestar de nuestros hijos, sin chistar ni renegar, por el contrario, con mucho amor y casi casi, por instinto...

Y debido a esta fecha, nunca falta el oportunista mercado, siempre atento de cualquier oportunidad para vender... En seguida se abarrotan los comercios de regalos para la mamá, anuncios en el televisor y en la radio, restaurantes con promociones para celebrar ese día... Definitivamente es muy válido reconocer con afecto a nuestras madres, pero no debería ser cuestión de un día ni debería tampoco convertirse en un blanco comercial, desafortunadamente así es.

Yo por mi parte, quise aprovechar esta fecha para expresar un mensaje a todas las mujeres que tienen la dicha de llevar este título. Somos las portadoras de un mensaje, de una voz que a veces se desvanece a pocos milímetros de haber salido, que muchas veces se pierde sutilmente sin llegar a hacer eco y al pasar del tiempo incluso olvidamos esa misión, la misma de ser madres.

En el afán de vivir una vida moderna y desarrollarnos como ciudadanas y seres humanos valiosos para la sociedad, nos colocamos en las filas laborales de jornadas largas y a veces incluso con pagos bajos. Convertimos al hombre en nuestro "contrincante" y disfrutamos poder "igualarnos"  con él o mejor aún, "vencerlo". 
Unas cuantas logran escalar hasta los altos puestos, agitando la bandera de liderazgo y demostrando su contagiable orgullo por las metas alcanzadas. Otras tantas en sus labores un poco menos decorosas, pero igualmente o incluso más valiosas, dejan sus cuerpos envejecer, y llenan sus rostros de líneas del tiempo y sus cabellos pierden tonalidades, mientras limpian las casas de las primeras. En fin, sea cual sea la labor o el valor de la remuneración, unas y otras se ausentan por largos tiempos de sus propios hogares, de sus hijos, de su labor de madres.

Los motivos pueden ser muchos: deseos de superación, de logros personales, oportunidades que llegaron sin avisar o simplemente necesidad de supervivencia. La realidad es que cada vez más madres salimos de casa, cada vez más hijos se quedan solos largas horas. Es entonces cuando sucede lo que decía antes, la voz se pierde, se debilita... el mensaje de desvirtúa, el hijo no se educa como debería.

En esta sociedad decadente, me pregunto yo y les pregunto a ustedes madres, si ¿volvernos un poco a nuestras antiguas tareas de líderes en nuestros hogares, más que en las empresas, ayudaría a que las nuevas generaciones retomen los valores tan escasos hoy día? Si en lugar de presentes, les damos presencia, amor y orden cuando debe darse, ¿será entonces que podamos formar niños menos berrinchudos, tener menos casos de "deficit de atención" (tan de moda hoy día y aquí aprovecho para comentar que en este punto, yo muchas veces digo que la única atención deficitaria es precisamente la de la madre al hijo)? ¿Será que si regresamos, aunque sea un poco más de tiempo a nuestras casas, podamos darnos cuenta a tiempo cuando nuestro hijo grita por afecto y atención antes de encontrar el camino de las drogas para autoengañarse en su afán de llenar vacíos?

Estoy convencida de que si en el hogar inculcamos y aprendemos valores, la vida afuera de casa dificilmente nos presentará oportunidad de que los olvidemos. De que difícilmente los delincuentes fueron niños felices y plenos, estoy segura que en su gran mayoría carecieron de amor, atención y reconocimiento... me pregunto dónde estaban sus madres? o ¿cómo era el cuidado que tenían con ellos? 

No pretendo, creánme, quitarle la emoción al tan esperado día de las madres, al contrario, si resulta posible, creo que yo también quiero que me lleven a comer ese día. Lo que en realidad intento es despertar la reflexión sobre lo que el día de las madres debiera realmente significar: una oportunidad para probarnos a nosotras mismas en la labor más importante que se nos ha encomendado en esta vida... la de dejar huella en las personitas que nos necesitan más que nadie, al menos al inicio de sus vidas.

A todas ustedes, por adelantado... ¡MUY FELIZ DÍA DE LAS MADRES!