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miércoles, 2 de noviembre de 2011

Actividades Extraescolares

Cuando nuestros hijos han llegado a esa edad en la que es posible que se integren a una actividad fuera de casa y de las horas de escuela, muchas veces a nosotros los padres nos surge la interrogante de si es conveniente inscribirle a alguna de tantas opciones disponibles y cuál es la mejor para nuestro hijo. La realidad es que la respuesta la tenemos cada uno de nosotros junto con nuestros niños, pero me toca comentarles que la realización de una actividad extraescolar definitivamente puede traerle muchos beneficios a su hijo.
Entre las ventajas de que un niño participe en una actividad extraescolar tenemos:

sábado, 29 de octubre de 2011

¿POR QUÉ ES INDISPENSABLE QUE NUESTROS NIÑOS COMAN SALUDABLEMENTE?

El término “cliché” se aplica a todas esas frases, expresiones, acciones e ideas que han sido usadas en exceso, que son conocidas por casi todas las personas y que precisamente por el abuso en su uso han perdido fortaleza. Y eso es exactamente lo que sucede con la siguiente frase: “Una alimentación sana es indispensable para gozar de buena salud”. Todos los sabemos, todos lo hemos oído alguna vez y ¿por qué es entonces que no todos comemos saludablemente? O peor aún, ¿por qué es que cada vez lo hacemos menos? ¿Qué es exactamente lo que queremos decir los médicos y los nutriólogos cuando aconsejamos esto? Y ¿por qué lo aconsejamos?

El organismo humano requiere energía para funcionar. Cada proceso, como respirar, pensar, dormir o todos aquéllos de los que ni cuenta nos damos, como el circular de nuestra sangre, consumen energía para llevarse a cabo. ¿Y de dónde obtenemos esa energía? Pues sencillamente de los alimentos.  Ahora, ¿por qué es entonces necesario que la alimentación sea “buena, saludable, balanceada”? Si lo mismo obtenemos energía de una bolsa de papas fritas que de una ensalada o un trozo de pescado. He aquí la razón a esto.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Algunos consejos sobre Nutrición en Niños.

Vivimos una vida apresurada, en tiempos en los que somos más producto del ambiente que lo que influímos realmente en él. Si somos mamás primerizas, o incluso cuando ya tenemos uno o varios hijos, la llegada de un nuevo bebé siempre despierta nuevas interrogantes. Y siempre habrá alguien listo para responderlas, alguien que "sabe" qué decir. Así que por un lado, entre un consejo y otro, todos bien intencionados, y la mercadotecnia y publicidad que nos somete todo el día por otro, de pronto nos vemos confundidas sobre las decisiones que tomamos en torno al cuidado de nuestros hijos.

La información abunda, fuera y dentro de casa, en la familia o con los vecinos y si no me lo cree, aproveche ahora que está conectada a internet y consulte algún tema que le ha traído dudas.... se sorprenderá con todo lo que puede encontrar.

Yo sólo quiero dejarle una cuantas líneas, con algunos tips breves sobre nutrición en niños. Si es una mamá primeriza, guárdelos por ahí y revíselos cuando le sobrevengan dudas. Obvio está, no deje de consultar sus inquietudes con su pediatra, él o ella, es la persona más indicada para ahondar en los consejos para su bebé.

-La lactancia es el MEJOR alimento durante los primeros 4 a 6 meses de vida.
-En los niños alimentados con fórmula, cuidar el no sobre-alimentarlos: el biberón no es un "estate-quieto" ni un tranquilizante... habrá que atender el llanto del niño y aprender a reconocer cuando realmente es hambre.
-Se debe alimentar a los niños cuando tienen hambre, los horarios fijos como el clásico "cada 3 horas" ni tienen fundamento, ni se adecúan a las verdaderas necesidades del niño, si bien parecen acomodarse a las de los padres...
-Después de los 6 meses de edad, el bebé NO TIENE POR QUÉ comer en la madrugada.
- A menos de que se necesite espesar los líquidos, por recomendación del médico, NO SE DEBEN AÑADIR CEREALES A LOS BIBERONES CON LECHE.
-Papás, recuerden que cuando se introducen los alimentos sólidos (papillas) por primera vez, las reacciones del niño (como de disgusto o asco) obedecen más a la textura del alimento que al sabor... por lo que el "no le gusta tal o cual cosa" a esta edad, no es precisamente cierto y debemos insistir, sin forzarlo para que pruebe de todo.
-A la edad de 9 a 11 meses la alimentación del niño ya empieza a demostrar aquélla de los padres, por lo que ¡OJO! si el niño no está teniendo una dieta balanceada, debemos fijarnos que es lo que se come en casa y actuar ya, porque de no hacer modificaciones, seguramente el bebé no llevará un buen regimen cuando crezca...
-A la edad de 12 a 15 meses el niño debe estar integrado a la dieta familiar.
- Un niño entre 1 y 3 años debe de tener 3 tiempos de alimentos balanceados y 2 snacks nutritivos. Una ración es "aproximadamente" el puño de su mano. Consultarlo con su pediatra.
- Finalmente, cualquier persona en el ambiente del niño, obviamente y principalmente los padres, son los modelos a seguir, que imitará durante un largo tiempo, si no es que toda la vida!!!


Enhorabuena!!! Ir y criar hijos con amor y consciencia!! Buen fin de semana!
Mamá Pediatra.

martes, 5 de julio de 2011

"Globesidad" infantil.... comer en familia nos ayuda a prevenirla.

Estoy convencida que la inmensa mayoría de los problemas que aquejan a nuestra sociedad a nivel mundial se originan en la desintegración familiar: drogadicción, violencia, corrupción, contaminación ambiental, entre otros. La falta de tiempo para inculcar valores y hábitos a nuestros hijos se traduce, en una o varias generaciones, en personas cada vez menos conscientes del respeto a sí mismos y hacia los demás. Los problemas nutricionales, como la obesidad, también pudieran explicarse en este contexto.

Con las prisas de nuestro diario vivir, la necesidad de trabajar para producir dinero, las múltiples actividades nuestras y de nuestros hijos y ¿por qué no decirlo? el deseo de comodidad para disfrutar de los pocos momentos de "libertad" que nos quedan después de todos nuestros deberes, muchos de nosotros terminamos por no tener tiempo para nuestra familia, en mayor o menor medida, ocasional o frecuentemente. Y esto se ve reflejado en los hábitos y tiempos que la familia entera tiene para convivir, conversar, educar, comer y hasta dormir.

Analicémoslo. Cada vez es más frecuente escuchar que el papá hoy no fue a comer a casa porque no tuvo tiempo, o que la mamá prefirió llevar su comida al trabajo porque de esa manera ahorraría el tiempo que toma el desplazarse. Quizá no es de diario, pero quizá también sea más frecuentemente de lo que pensamos. El punto es que en muchos casos ¡los hijos comen solos! Sobre todo cuando llegan a cierta edad en la que aparentemente ya pueden hacerlo por si mismos.

Al igual que con cualquier otro hábito, la alimentación también requiere supervisión constante. Estando juntos, en familia, podemos detectar las preferencias, comportamientos, reacciones y actitudes de nuestros hijos hacia los alimentos. No sólo para los casos de sobrepeso y obesidad, sino también para los trastornos como anorexia y bulimia, la presencia de los padres a la hora de comer es fundamental para una detección temprana.

Recientemente la revista Pediatrics publicó un artículo en línea sobre la frecuencia de los alimentos compartidos en familia y su relación con el estado nutricional de niños  y adolescentes. Los autores concluyeron que efectivamente comer en familia es benéfico y que en aquellas familias que comen juntas 3 o más veces por semana, los niños y adolescentes tienen mejores riesgos de problemas nutricionales y trastornos de la alimentación.

Estoy consciente que la introducción a esta entrada pudo sonar exagerada, pero lo reitero al concluir que debemos darnos tiempo para estar ahí, con nuestros hijos, en nuestras casas, a la hora de comer, de revisar sus tareas, de impulsarlos para que crezcan como buenos seres humanos, llevándolos a actividades recreativas que les ayuden a ejercitar la mente y el espíritu. El tiempo no se vende en el mercado ni crece en maceta, el tiempo se lo da uno, a sí mismo.... pero sobre todo habrá que dárselo a nuestros hijos.

Que hoy tengan un buen provecho.... en familia. ¡Saludos!

martes, 3 de mayo de 2011

En una sociedad decadente.... una reflexión en el Día de las Madres.

Entró el mes de mayo y con el viene el día de las madres... y al igual que la mayoría, estoy convencida de que sobran motivos para celebrar a la mujer que nos pasó la vida... quien mejor que nuestra madre para entendernos, apoyarnos, criticarnos, pero en definitiva para hacernos crecer. Y las que tenemos la dicha de serlo, sabemos que haríamos cualquier cosa por el bienestar de nuestros hijos, sin chistar ni renegar, por el contrario, con mucho amor y casi casi, por instinto...

Y debido a esta fecha, nunca falta el oportunista mercado, siempre atento de cualquier oportunidad para vender... En seguida se abarrotan los comercios de regalos para la mamá, anuncios en el televisor y en la radio, restaurantes con promociones para celebrar ese día... Definitivamente es muy válido reconocer con afecto a nuestras madres, pero no debería ser cuestión de un día ni debería tampoco convertirse en un blanco comercial, desafortunadamente así es.

Yo por mi parte, quise aprovechar esta fecha para expresar un mensaje a todas las mujeres que tienen la dicha de llevar este título. Somos las portadoras de un mensaje, de una voz que a veces se desvanece a pocos milímetros de haber salido, que muchas veces se pierde sutilmente sin llegar a hacer eco y al pasar del tiempo incluso olvidamos esa misión, la misma de ser madres.

En el afán de vivir una vida moderna y desarrollarnos como ciudadanas y seres humanos valiosos para la sociedad, nos colocamos en las filas laborales de jornadas largas y a veces incluso con pagos bajos. Convertimos al hombre en nuestro "contrincante" y disfrutamos poder "igualarnos"  con él o mejor aún, "vencerlo". 
Unas cuantas logran escalar hasta los altos puestos, agitando la bandera de liderazgo y demostrando su contagiable orgullo por las metas alcanzadas. Otras tantas en sus labores un poco menos decorosas, pero igualmente o incluso más valiosas, dejan sus cuerpos envejecer, y llenan sus rostros de líneas del tiempo y sus cabellos pierden tonalidades, mientras limpian las casas de las primeras. En fin, sea cual sea la labor o el valor de la remuneración, unas y otras se ausentan por largos tiempos de sus propios hogares, de sus hijos, de su labor de madres.

Los motivos pueden ser muchos: deseos de superación, de logros personales, oportunidades que llegaron sin avisar o simplemente necesidad de supervivencia. La realidad es que cada vez más madres salimos de casa, cada vez más hijos se quedan solos largas horas. Es entonces cuando sucede lo que decía antes, la voz se pierde, se debilita... el mensaje de desvirtúa, el hijo no se educa como debería.

En esta sociedad decadente, me pregunto yo y les pregunto a ustedes madres, si ¿volvernos un poco a nuestras antiguas tareas de líderes en nuestros hogares, más que en las empresas, ayudaría a que las nuevas generaciones retomen los valores tan escasos hoy día? Si en lugar de presentes, les damos presencia, amor y orden cuando debe darse, ¿será entonces que podamos formar niños menos berrinchudos, tener menos casos de "deficit de atención" (tan de moda hoy día y aquí aprovecho para comentar que en este punto, yo muchas veces digo que la única atención deficitaria es precisamente la de la madre al hijo)? ¿Será que si regresamos, aunque sea un poco más de tiempo a nuestras casas, podamos darnos cuenta a tiempo cuando nuestro hijo grita por afecto y atención antes de encontrar el camino de las drogas para autoengañarse en su afán de llenar vacíos?

Estoy convencida de que si en el hogar inculcamos y aprendemos valores, la vida afuera de casa dificilmente nos presentará oportunidad de que los olvidemos. De que difícilmente los delincuentes fueron niños felices y plenos, estoy segura que en su gran mayoría carecieron de amor, atención y reconocimiento... me pregunto dónde estaban sus madres? o ¿cómo era el cuidado que tenían con ellos? 

No pretendo, creánme, quitarle la emoción al tan esperado día de las madres, al contrario, si resulta posible, creo que yo también quiero que me lleven a comer ese día. Lo que en realidad intento es despertar la reflexión sobre lo que el día de las madres debiera realmente significar: una oportunidad para probarnos a nosotras mismas en la labor más importante que se nos ha encomendado en esta vida... la de dejar huella en las personitas que nos necesitan más que nadie, al menos al inicio de sus vidas.

A todas ustedes, por adelantado... ¡MUY FELIZ DÍA DE LAS MADRES!

Tips para cocinar de una manera más nutritiva.


Siendo madre y ama de casa, en esta entrada quiero compartirle algunas cosas que he aprendido recientemente, para que a la hora de cocinar sus alimentos, estos sean lo más nutritivos posible.

Admito que hasta hace poco no tenía ni la menor idea de que hasta la forma en cómo cortamos nuestros alimentos impacta en la nutrición que llevamos.  O que el tiempo que pasa entre que exprimimos nuestras naranjas y nos tomamos el jugo determina que aprovechemos o no sus vitaminas.

Le acompaño una lista de sencillos consejos a tomar en cuenta la próxima vez que esté de "cheff" en su cocina...

1.- Vegetales.-
  • Cocínelos de preferencia al vapor, en una olla cerrada y a alta temperatura. (Muchas de las sustancias nutritivas, como las vitaminas, se pierden durante la cocción, por lo que hervirlos en agua durante tiempos largos sólo ocasiona que todas estas sustancias pasen al líquido que queda en el recipiente utilizado. Si aún así, tuvo que hervirlos, considere el emplear ese caldo para la preparación de sopas).
  • Corte los vegetales en fragmentos grandes para que tengan menos exposición al agua durante la cocción.
  • Déjeles la piel cuando sea posible, por ejemplo cuando hornee papas, zanahorias o pimientos.
  • Agregue unas gotas de vinagre o jugo de limón al agua de cocción cuando la receta lo permita, esto con la finalidad de fijar mejor las vitaminas a los vegetales.
  • Si los ha de recalentar, entre menos veces lo haga, mejor.
2.- Frutas.-
  • Consúmalas con piel tanto como sea posible: ejemplo, manzanas, peras, duraznos. La fibra y muchas vitaminas se ubican en la piel, por lo que las desaprovechamos cuando las pelamos antes de su consumo. Lógicamente, habrá frutos que necesariamente serán pelados como el mango o la sandía.
  • ¡¡Consúmalas crudas!!... y esto aplica a la hora de hacer las papillas, no hay necesidad de cocer las manzanas por ejemplo... en lugar de eso, muélalas crudas y no añada azúcar, para su bebé es más saludable comerlo así.
  • Cómalas tan pronto las corte o en el caso de los jugos, tan pronto los haya extraído de las frutas. La exposición al aire ocasiona la oxidación rápida de vitaminas como la vitamina C, por lo que su aprovechamiento disminuye considerablemente.
3.- Carnes.-
  • Que si rojas o blancas... es prácticamente lo mismo, la coloración la da una proteína llamada mioglobina cuyo valor nutricional no es tan importante. A fines prácticos la carne de res y de pollo son nutricionalmente muy parecidas. Lo que debe considerar a la hora de escoger la carne es su contenido en grasa, aquí aplica entre menos, mejor. 
  • El pescado por su parte nos ofrece ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, así como ácidos grasos esenciales omega-3, que aparentemente tienen beneficios a nivel de nuestro sistema cardiovascular y nuestro sistema inmunológico (de defensas). Así que procure sustituir la carne por pescado cuando le sea posible.
 4.- Productos lácteos.-
  • Se vale consumirlos bajos en grasa, incluso para los niños. Ya con la grasa de las carnes, la de los alimentos procesados que ingerimos, además de la que se encuentra en toda la confitería que llega a las boquitas de nuestros peques, reducir la grasa que ingerimos en los productos lácteos es beneficioso para nuestra salud. Desde la infancia debemos ir cuidando nuestras arterias coronarias, ya que los daños que ellas sufren no son exclusivos de la edad adulta. 
5.- Huevos.-
  • La frescura la podemos determinar haciendo una prueba sencilla, no es 100% precisa, pero nos da una gran idea de la frescura del huevo. Colóque sus huevos en un recipiente con 1 litro de agua y 10 gramos de sal, si los huevos se hunden, es muy posible que se trate de huevos frescos, ya que entre más viejo sea el huevo, ha perdido más agua y gas, con lo que su peso disminuye y tiende a flotar.
  • Otra forma de saber si los huevos son frescos es ver como se agrupa el huevo a la hora de cascarlo. Si cae a la sartén o recipiente donde lo coloquemos y se desparrama, estamos ante un huevo viejo, cuyas proteínas han perdido elasticidad por el tiempo.
  • No lave las cáscaras de los huevos a menos que vaya a usarlos ya. El agua debilita la cáscara y permite el paso de bacterias al interior del huevo.
  • Consérvelos en refrigeración y ponga atención a la fecha de caducidad del empaque.

6.- De limpieza a la hora de cocinar-
  • Justo antes de cocinar o cortar cualquier vegetal o verdura, ¡lávela bien!
  • Utilice sus cuchillos siempre limpios. Si corta carne por ejemplo, lave el cuchillo al terminar o utilice uno diferente para cortar sus vegetales.
  • Mantenga las superficies de la cocina siempre limpias.
  • Si le es posible, vaya lavando su loza conforme la va terminando de utilizar. Cuando tiene orden al cocinar, le rinde más el tiempo.
   
7.- De preservación.-
  • Vaya sacando del refrigerador los alimentos conforme vaya preparándolos, a menos de que estén congelados y los saque con anticipación para descongelarlos.
  • Cuando guarde alimentos preparados, espere a que estos se enfríen antes de meterlos al refrigerador. 
  • Procure taparlos para evitar se deshidraten y no contamine el refrigerador con olores. Tenga recipientes suficientes, uno para cada tipo de alimento. 
  • A veces el refri no alcanza, pero es conveniente tenerlo organizado lo mejor posible y tener un espacio destinado a las carnes, otro para las verduras y las frutas.
  • Procure cocinar lo necesario y si ha de recalentar, entre menos veces y cuánto más pronto mejor. Si necesita almacenar comida, la congelación es mucho mejor opción que la refrigeración.
Tome en cuenta estos tips la próxima vez que se ponga el mandil y sea la reina de su cocina. No tema atreverse a incluir en el menú de toda la familia alimentos variados. Entre más colorido tenga su dieta, será más rica nutricionalmente. Y en cuanto a los pequeñines del hogar, es la infancia el mejor momento para inculcarles hábitos y comer saludablemente es uno de ellos!
¡Enhorabuena y buen provecho!

martes, 26 de abril de 2011

Criando gemelos... tips de una Mamá Pediatra.

Aunque ciertamente no son los embarazos más comunes, con las técnicas de reproducción asistida, el retraso del inicio de la maternidad por razones laborales o simplemente un momento de buena suerte, cada vez vemos más embarazos múltiples. Sea cual sea la causa, tener la fortuna de sacarse el ticket para ser padres de más de uno a la vez, es una bendición que a unos cuantos afortunados se nos da.

Pero aunque nuestros chiquitos parecen estrellas de rock por donde pasan, arrancando sonrisas y suspiros y provocando el asombro de más de alguno cuando nos ven hacer malabares para lograr tenerlo todo bajo control, ciertamente a veces nuestra dicha puede volverse un poquito complicada y por eso acá le paso algunos tips que yo he venido recolectando en mis 4 años y medio de fabulosa “maternidad dúplex”, como le llamo yo.

1.- Si es posible consiga ayuda.-
Es padrísimo sentirse héroe alguna vez o sentirse la mujer más independiente del mundo, pero ¡ojo!, cuando se trata del cuidado de dos o más bebés a la vez, seguramente una mano extra (ó 2 ó 4) le vendrán de maravilla. Ya sea directamente en el cuidado de los niños o para asistirla en las labores del hogar, la lavada de la ropita y los biberones de los bebés (y así pueda tener al menos unos minutos para usted misma, como para darse un bien merecido baño con agua calientita), consiga que alguien le dé una mano, al menos un par de veces por semana. Le aseguro que estando un poco más descansada, el disfrute de sus niños será todavía mayor.

2.- Individualidad…. Son dos, no uno.-
Aun si son gemelos idénticos (como en mi caso), no se olvide que son dos bebés, no uno repetido. Haga el esfuerzo de tenerlo siempre presente a la hora de acariciarlos, de apapacharlos, en fin, de dedicarles tiempo. En esa dualidad debe haber individualidad y ciertamente pueden ser muy diferentes. No olvidemos que la autoestima es tan importante para el alma, como unas piernas fuertes para nuestro cuerpo.

3.- Evite las comparaciones.-
Como con cualquier par o grupo de hermanos, las comparaciones son lastimosas y se quedan bien metidas en la mente de cualquier personita. Evite compararlos, aún si uno es más apto para alguna actividad o tiene más desarrollada alguna capacidad. Por experiencia personal, le digo que a veces es difícil y se nos puede escapar algún comentario con tono comparativo… no es bueno; apláudale a cada uno por sus propios logros y esfuerzos.

4.- Doble felicidad, doble responsabilidad.-
Sin lugar a dudas, ser mamá de gemelos, es una gran bendición. Cada sonrisa, cada muestra de amor valen la pena los momentos de cansancio extremo que pudieran ocurrir de cuando en cuando. Asimismo debemos estar conscientes que se trata del cuidado de dos chiquitos a la vez, así que siendo honesta con usted, le recuerdo que se trata de más trabajo que el que representa un solo bebé.

También recuerde que cuando van creciendo y dejando de ser bebés, estamos frente a dos chiquitines móviles que van de aquí a allá haciendo travesuras… ¡doble peligro!. Tenga su casa lo más segura que se pueda y esté siempre pendiente de lo que hacen (de ahí lo de conseguir ayuda si le es posible).

5.- Doble amor, misma firmeza.-
Y al igual que cualquier personita, llega la edad en la que manipulan y en un descuido, hasta conspiran los diablitos estos. Así que, como con cualquier hijo, debemos darles mucho amor, sin olvidar la firmeza cuando haya que decir “no”.

miércoles, 12 de enero de 2011

Llegó la hora de dormir... pero nada más en el reloj...

...  porque este niño, ¡no se quiere dormir!

Finalmente estoy escribiendo sobre cuestiones de sueño infantil.  Había querido hacerlo desde hace tanto, pero tanto tiempo, pero no me atrevía ... era como un asunto betado, como mi talón de Aquiles... Pero hoy me cuestionaron del tema y era el momento para darle rienda suelta a mis delirios de escritora. Aquí va la respuesta.

Resulta que al igual que muchas madres que conozco, yo sufrí durante años de una deprivación de sueño agotadora. Mis gemelas me han hecho ver mi suerte cuando de dormir se trata. Siendo Pediatra, me sentía fracasada en este aspecto. ¿Cómo era posible que MIS hijas no durmieran toda la noche cuando se "suponía" que ¡debían hacerlo!?. Sin embargo, me gusta ser honesta con mis pacientes y cuando han pedido mi opinión sobre cuestiones del sueño de sus hijos (que si dejarlos llorar, que si sacarlos y cargarlos, que si ¿qué hacer?).. les he dicho: "creo que no soy la mejor persona para opinar del tema, yo misma no sé".

Pero esto no habría de vencerme. Sólo tenía dos alternativas, morirme de cansancio y dejárselo al tiempo, o bien informarme, experimentar y aprender y usar el tiempo como mi aliado, pues en ambos casos, el tiempo no dejaría de pasar.  Así que me puse a leer aquí y allá. Las niñas ya tienen 4 años y un hermano. Así que ahora puedo platicar lo que he vivido, aprendido y leído; compartir mi experiencia de mamá de tres.

Siendo madre de gemelas y habiéndonos mudado a una ciudad diferente cuando tan sólo tenían ocho meses, las noches de toda la familia (marido, hijas y la mía) se volvieron gradualmente un infierno. De estar durmiendo toda la noche plácidamente en sus cunas, mis hijas pasaron a dormir en cunitas viajeras (que supongo deben ser incómodas, pues ni una noche completa aguantaron durmiendo en ellas), en una habitación completamente distinta, con una rutina diferente y sin ningún tipo de transición. Así son los cambios de ciudad, supongo.

El punto es que de un día a otro, marido, hijas y yo nos encontramos con noches de desvelo consecutivas, niñas llorando en todo momento, irritables durante el día y también un par de padres bien desvelados y refunfuñones. Como es de esperarse, nunca faltaron los consejos bien intencionados de cuantos pueden opinar: "Déjalas llorar, es cuestión de 3 días y ¡listo!"; "No, mujer, ni caso les hagas, te están manipulando, si los bebés son bien inteligentes"; "Es bien fácil: un día déjalas llorar un rato y al siguiente un poquito más y así le vas aumentando, hasta que se callen o se duerman".

Admito que intenté dejarlas llorar, pero afortunadamente lo hice sólo en dos o tres ocasiones, porque al menos para mí ¡eso fue suficiente! Simplemente no pude hacerlo otra vez. Me mataba verlas llorar. Estoy honestamente convencida de que quien propuso el  dejar llorar a un bebé hasta que se cansara y se durmiera ni era madre, ni mucho menos tenía gemelos. Porque cuando yo lo intenté, la gemelita que sí estaba plácidamente dormida terminaba por despertar en un grito todavía más fuerte que el de la hermana, notoriamente molesta y entonces mi problema ya no era un niño rabioso, ¡sino dos!
  • Terminé por entender que el sueño es un proceso evolutivo, y por ser evolutivo, va madurando hasta "normalizarse" y emparejarse con el de los adultos.
  • Comprendí que no hay reglas, ni nada está escrito en piedra cuando de sueño infantil se trata. Que menos del 10% de los niños duermen de un tirón, es decir, toda la noche, antes de los seis meses de edad. Entonces quiere decir que el otro 90% puede darle lata a sus papis. Y en otros casos, como el mío, pueden incluso pasar mucho más tiempo antes de que suceda.
  • Que todos los niños y los adultos nos despertamos durante la noche, pero la gran mayoría de los bebés "no se saben poner a dormir" solitos de nuevo y es cuando piden la presencia de su madre o padre.
  • Que nuestras expectativas tienen mucha relevancia para hacer un problema en donde no lo hay; es decir, si yo espero que mi recién nacido duerma toda la noche y me enoja el que no lo haga, pues estoy creando un conflicto donde no debiera haberlo; habrá que entender que los bebés no vienen con botón de "encendido y apagado".
  • Que no hay suficiente evidencia para recomendar el co-lecho, que significa compartir la cama con tu bebé y que hay evidencia de que incluso pudiera ser peligroso y de que definitivamente lo es si la madre es fumadora. Al final te dicen que si decides compartir la cama con tu hijo, tengas en cuenta los riesgos, que ni lo pienses si eres fumadora o si usas algún tipo de droga o alcohol (tiene mucho sentido y sería muy insensato no seguir esta recomendación), que seas extremadamente cuidadosa de no rodarte sobre tu criatura, o estar demasiado cerca de ella que pudieras cubrirla con alguna parte de tu cuerpo y asfixiarla, que no duermas en una cama cuyo colchón no sea firme, ni tengas una colcha blanda sobre la cama a la hora de dormir.
Al final del día, mi historia no fue tan trágica, incluso estoy satisfecha. Fue pesado atender el sueño de gemelas que despertaban todas las noches y varias veces por noche. Más aún cuando poco después de que cumplieron el año y medio de edad tuvimos la llegada del hermanito. Sin embargo, Dios me llenó de paciencia. Hoy tienen 4 años cumplidos y desde hace apenas unos 7 meses ya finalmente duermen toda la noche, porque hasta ese entonces todavía se despertaban e iban a mi cama de puntillas, para que mi marido y yo no nos diéramos cuenta.  El hermanito duerme en su cuna, toda la noche y desde el año de edad. Lo que comprueba que cada caso es distinto, aún siendo los mismos padres.

En cuanto a su desarrollo, considero a mis hijos como niños felices, emocionalmente estables, seguros de sí mismos y que van a la par con los niños de su edad. No sufren terrores nocturnos ni pesadillas. Se saben amados y saben que si necesitan de mi, estoy disponible. No sé a ciencia cierta qué tanto afecte dejarlos llorar, pero tampoco se ha demostrado tajantemente que no cause ninguna secuela emocional. Incluso, aparentemente sí les afecta y mucho. Al menos yo, no quiero averiguarlo.

En resumen, si es usted uno de esos padres del 10% de niños angelicales, dé gracias y ojalá que así le venga toda la estirpe.  Pero si llegó hasta este párrafo, probablemente sea de mi grupo del 90%. No se desanime, ¡¡sí se puede, sí se puede!! Se requiere mucha paciencia, pero donde hay amor, brota la paciencia. Si su hijo es un niño sano, sepa que terminará por dormir toda la noche, eso se lo aseguro. Sólo le recomiendo que consulte con su pediatra el patrón del sueño de su hijo, para que este le oriente y determine si existe o no algún trastorno del sueño, porque eso ya es otro tema aparte, motivo de otra entrada para este blog. Afortunadamente este tipo de trastornos no son tan frecuentes, así que, de antemano, no se alarme.

Le dejo aquí los siguientes títulos de los libros que leí. Existen muchos otros libros del tema; estos son los que llamaron mi atención. Además, en internet encontrará todavía más información. Lea usted mismo y determine si dejar llorar o atender a su hijo es mejor. Yo voy por la segunda opción.

The No Cry Sleep Solution
Dormir sin Lágrimas
Duérmete Niño
The No Cry Sleep Solution for Toddlers and Pre-schoolers

Hasta la próxima y ¡¡¡"dulces sueños"!!!!    :-)

sábado, 6 de noviembre de 2010

Doctora, mi hijo no quiere comer... ¿le daremos vitaminas?

Una de las cuestiones que más frecuentemente se me presenta en la consulta es  la relacionada con dificultades para alimentar a los niños. Este tópico me interesa tanto y lo encuentro tan fascinante porque como madre de tres, me ha tocado vivir estas situaciones en casa. Lo mejor del caso es que este tipo de problemática, tratándose de niños por lo demás sanos, tiene solución. Muchos de los problemas para alimentar a los niños y enseñarlos a comer adecuadamente tienen un origen explicable y  pueden ser resueltos. Implicará armarse de paciencia, reconocer donde puede ser que estemos fallando (si fuese el caso) y tomar las medidas necesarias. Nadie dice que será fácil, en realidad, será tan difícil como nosotros queramos...

martes, 27 de julio de 2010

¿Por qué la fiebre nos estresa tanto?

Si alguien piensa que a los pediatras no se nos enferman los hijos, o que cuando lo hacen uno anda como si nada, eso no es precisamente cierto.... Ver a un hijo enfermo, sintiéndose como bichito apachurrado es un evento que a cualquier padre nos quita el sueño. Recientemente viví una experiencia de este tipo.

Apenas hace diez días, una de mis gemelas inició con un episodio de fiebre, picos de temperatura de hasta  40°C, frecuentes como cada 3 a 4 hrs los primeros días; cuando al fin parecía que estábamos del otro lado, ocurrió lo que suele pasarnos: la otra gemelita enfermó. Entre las dos niñas fueron DIEZ noches de desvelo, pero además del cansancio físico, hubo un momento en que casi me suelto a llorar... el estrés de verlas enfermas, quejumbrosas y con los ojitos bien apagados me estaba volviendo loca.

Al igual que a cualquier madre, ver mal a alguno de mis hijos me puede causar un sentimiento de impotencia y desesperación cuando los días pasan y él o ella no se recupera como yo espero que suceda. En una situación como ésta, ser pediatra creo que puede ser incluso peor, pues mi mente empieza a divagar, los posibles diagnósticos parecen llover dentro de mi cabeza y los peores escenarios se me vienen a la mente...como madre uno pierde la objetividad y lo subjetivo siempre es digno de telenovelas...  Pero, ¿por qué la fiebre nos estresa tanto?, ¿qué es lo que tenemos arraigado en la mente que nos hace temer?, ¿qué de todas esas ideas y pensamientos es realmente cierto? y sobre todo ¿qué hay que esperar y qué podemos hacer?...

Ahora que todo ha vuelto a la normalidad en casa, que mi mente se ha clarificado y que he vuelto a ser sólo mamá y no mamá-pediatra de mis hijas, quiero compartir con ustedes esta entrada, que creo puede ser de utilidad.

lunes, 26 de octubre de 2009

Criando gemelos... si tiene gemelos o está por tenerlos, ¡esta entrada es para usted!...

Queridos todos:

Esta, sin lugar a dudas, será una de mis entradas favoritas, ya que la estoy disfrutando desde el mismo momento en que veo cómo se imprimen las letras mientras tecleo. Hablar de mi experiencia como madre de gemelas me puede tomar la vida entera y no me cansaría. Y lo disfruto porque es realmente una bendición. Pero no pretendo presumirles, aburrirles ni agobiarles, sólo compartirles lo que hay detrás de la maravillosa experiencia de ser madre de 2 x 1.

lunes, 19 de octubre de 2009

Combinando la labor de Madre y la Profesional....

Si usted es una de esas mujeres que además de ser esposa, madre y ama de casa, también trabaja, por favor siga leyendo.... si no es así, también siga leyendo, porque algún día puede que lo sea.

No sé si a ustedes les suceda, pero para mí, todos los días al salir de casa para dirigirme a mi consultorio me sucede lo mismo. Mi corazón se encoje, se me hace un nudo en la garganta y me dan ganas de no cruzar la puerta al escuchar que mi pequeño hijito que, al verme ir, empieza a llorar y decir entre-cortado "¡ma-maa!"... Es algo genuinamente difícil, al menos para mí sí lo es y, a pesar de que se repite día con día, nada más no logro acostumbrarme a ese sentimiento.

¿Cómo combinar la labor de madre y el trabajo? ¿cómo hacerlo sin sentir culpas? ¿cómo hacer que ese tiempo que nos queda con nuestros pequeños sea de la mejor calidad? He aquí lo que yo pienso...

Cuando supe que estaba embarazada la primera vez me encontraba realizando el útlimo año de mi residencia en Pediatría. Estaba muy emocionada por mi estado y porque en breve finalmente me graduaría, pero al transcurrir las semanas de mi embarazo cada vez era más difícil pensar en cómo sería mi regreso al hospital con mis bebitas recién nacidas. Cuando ellas finalmente nacieron, esa angustia de reincorporarme a mis actividades se hizo más palpable e inevitablemente llegó el día de decirles adiós a mis nenas, al menos por unas horas.

Es duro desprenderse de los pequeños pedacitos de vida que uno tanto ama, pero para hacer esto más llevadero, creo que uno no debe perder de vista el objetivo y la razón del por qué y el para qué se trabaja. Creo que en eso estriba el saber llevar un equilibrio entre las dos facetas de una mujer que es madre y también labora.

Si recordamos que parte de la razón por la que uno trabaja son precisamente nuestros hijos, nos viene como un nuevo aliento para deglutir el nudo que se siente en el cuello y salir sonriente de casa, con el objetivo de dar lo mejor de uno en el trabajo y el pensamiento de que en tan sólo un par de horas estaremos de vuelta con nuestros hijos, amándolos y llenándolos de besos. Son nuestros hijos un motor para impulsarnos en lo que hacemos fuera de casa, no sólo por el factor económico (producir un sueldo para cubrir sus necesidades elementales o también darles cosas materiales, esas que todas las madres deseamos poder darles a nuestros hijos... ), sino también por el ejemplo que les estamos dando: el valor del trabajo y la superación personal.

Además, debemos recordar que también estamos nosotras, como mujeres, como personas independientes, a quienes nos ha costado esfuerzo conseguir un empleo o un título universitario y por lo tanto es muy válido dedicar parte de nuestro tiempo a nuestros propios sueños, dentro del equilibrio y sin descuidar a nuestros pequeños. Con el paso del tiempo nuestros hijos van haciéndose de una vida aparte, en la que si bien seguimos siendo pieza fundamental, poco a poco serán ellos mismo su centro. Será entonces que necesitaremos de algo para hacer con nuestro tiempo y si hemos venido trabajando o estudiando durante años, será una buena oportunidad de reincorporarnos a los que nos gusta hacer.

En mi caso personal, yo llego a casa y me convierto en mamá, el estetoscopio y la bata se quedan en mi consultorio. Salvo que haya una emergencia, pues estas no conocen de tiempos, de horarios ni de estados civiles, mi tiempo que tengo para mi familia es para ella y me dedico a jugar con mis hijos y a platicar con mi esposo. También, ocasionalmente, mi esposo y yo buscamos tener pequeños espacios que sean sólo para nosotros como pareja y como padres... a veces salimos de fin de semana a pasear y una o dos veces al año nos damos vacaciones, aunque sea un par de días. Soy celosa de mi vida como mujer y como madre y estoy convencida de que cualquier mujer puede entender esto. Encontrar este balance es necesario para la salud de la familia, de la pareja y de la mente de cada uno.

Lo más importante, creo yo, para encontrar el balance es saber ver los límites, no perder los objetivos de vista. Pues, ¿de qué sirve una vida llena de éxitos profesionales si aquellos seres a quienes tenemos tan cerca y quienes son lo más importante se sienten desplazados y han terminado por distanciarse? ¿Con quién compartiríamos entonces nuestras satisfacciones? ¿A qué nos sabrían nuestros logros?

Pienso sinceramente que aquellas madres que tenemos, o queremos trabajar, debemos tener muy claras nuestras prioridades y metas en la vida. Debemos ser mamás al 100% el tiempo que tenemos para serlo y también echarle todos los kilos a nuestro trabajo cuando estemos en horas laborales. Y si un día, por alguna extraña jugada del destino tuviéramos que escoger entre una faceta y otra, creo que estará en cada una de nosotras saber a qué lado se inclinará la balanza. En mi caso, no me queda duda... por eso soy Mamá-Pediatra.

¡Hasta la próxima!

viernes, 16 de octubre de 2009

Que a los dos meses de vida los bebés ya duermen toda la noche ¿qué creen? ese lindo cuento no es como mi caso.

Como lo mencioné en la entrada anterior, soy mamá de unas lindas gemelitas de casi 3 años y de un hermoso niño de apenas 1. Aunque mis niñas ya no son unas bebitas, por un lado siento como si tan sólo hubieran pasado unos cuantos meses desde que nacieron. Por otro lado, es impresionante ver todo lo que han crecido, cómo han cambiado, todo lo que han conseguido durante este tiempo. Es bien cierto aquello que dicen de que la vida cambia con la llegada de un hijo. Uno pasa como a ocupar otro lugar. Primero están ellos.

Si bien siento que mis hijos crecen a velocidades exponenciales, también es cierto que SI he sentido cada uno de estos días que llevo de ser mamá y ¡en todos los sentidos! No sólo por las inmensas y maravillosas alegrías que me hacen vivir mis niños, sino también por el agotamiento físico que se acumula con el paso del tiempo. ¡¡QUE QUEDE CLARO!! Para nada lo digo como una queja, sino como una honesta realidad, misma que no cambiaría por nada en el mundo. De hecho, aun recuerdo, vagamente, aquellas noches antes de ser mamá en las que ponía mi cabeza en la almohada y me dejaba llevar por Morfeo, el Dios del Sueño.. Hace ya casi 3 años que no sé más cómo se siente eso. Creo que mis noches ya nunca serán iguales, pero tampoco quiero que lo sean.